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EL CUENTITO
De Fernando Weissmann
Ilustrado por CEO

CONOCIENDO PARIS CON LA PULGA Y EL PIOJO

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Salieron los dos amigos, medio dormidos de la maleta, se refregaron los ojos, se acercaron al balcón, saltaron a la calle y de repente se preguntaron: -¿qué haremos acá en París?

El piojo Abelardo dijo con tristeza: -¡yo no conozco a nadie en este país!

Pero la pulga Picheuta tenía una sorpresa. Gritó: -¡mi prima Josephine! ¡Mi prima Josephine!

Abelardo asombrado y asustado por los gritos de su amiga, le pregunta: -¿qué dices Picheuta? -¿De qué hablas?

Picheuta dijo con alegría: -¡acabo de recordar que tengo una prima hermana que vive acá en París y conozco la dirección! Vamos a verla.

Despacito ambos animalitos se subieron a un taxi y esperaron que viniera un pasajero.

Ya tenían un plan… Cuando el señor iba a decirle al conductor a dónde tenía que ir, Picheuta le hizo cosquillas en la nariz y el pasajero se puso a estornudar, por lo que Abelardo que sabía imitar voces, le pidió al taxista que lo llevase a la dirección de la prima Josephine. Era muy cerca.

Entraron a la casa por debajo de la puerta y fueron a la habitación de Josephine que estaba durmiendo. ¡Qué alegría cuando se despertó! Enseguida prepararon todos el desayuno y conversando, la pulga Picheuta le dice a su prima: -Josephine, estaré acá unos días y me gustaría conocer París, ¿qué me aconsejas?

La dueña de casa, le respondió con una sonrisa: están invitados a quedarse y acá está la mejor guía de París. Y con aire triunfal declaró: ¡yo misma, tu prima Josephine!
Yo os llevaré a que conozcan la Ciudad Luz, con mi amiga Margarita.

Pero antes, quiero que vean mi casa y conozcan a mi amiga. Salieron y a los saltitos, les fue mostrando las habitaciones de la familia: -ésta es la de los dueños de casa, ésta es la de la hija Denise, ésta la de los varones Martín y Mamún; ésta la cocina, éste el parking y así dieron vueltas por toda la casa.

Abelardo extrañado, le dice, ¿pero no tenías acá, una amiga que nos presentarías?

Claro, dijo Josephine. Casi me olvidé de lo principal: ¡mi amiga y transportadora oficial. Vengan conmigo al jardín.

Josephine llamó y silbó fuerte diciendo:
-¡Margaritaaaaa! ¡Margaritaaaaa! Enseguida apareció una perrita salchicha con una gran sonrisa de buena gente, moviendo la cola alegremente y que respondía a ese nombre.

Josephine los presentó y dijo: con Margarita somos amigas hace mucho y nos hemos puesto de acuerdo en varias cosas. Ella no me pisa ni por equivocación y yo no la pico ni la molesto. Convivimos como amigos respetuosos. Yo a veces le quito otros insectos que la molestan y ella me deja vivir en su lomo y pasear cuando sale a la calle. En invierno Paris es muy frío y estar con ella me da calor. Nos respetamos y nos acompañamos. Eso es lo más importante.

Margarita, dijo: - encantada de conocerlos chicos. Cuando quieran los llevo a dar una vuelta; como soy responsable y se me el camino, puedo salir un rato sola y sino salgo con los chicos de la casa a pasear, a caminar y pueden venir conmigo. ¡Están invitados! ¡Así conocerán esta hermosa ciudad!

Todos de acuerdo, decidieron salir al día siguiente.



CONTINUARÁ...



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